domingo, 5 de septiembre de 2010

*AUTOCRITICA*


AUTOCRÍTICA.

Si somos capaces de reconocer los errores, los puntos débiles en nuestras vidas, más allá de hacernos débiles o de crear una mala imagen, nos fortalece mucho más como seres humanos.

Todos nos criticamos de vez en cuando. Cuando hemos cometido un error, cuando se nos cae un vaso, cuando deberíamos haber hecho y no hicimos algo. Rápidamente nos sale una voz que nos dice: “¡Idiota! Cómo no te has dado cuenta… Otra vez…”.

Evidentemente, esta voz interior crítica tiene una función: nos permite darnos cuenta de nuestros errores, aprender de ellos y “no volver a cometerlos nunca más”. Es parte de nuestro sistema de funcionamiento, que aprende a base de ensayo-error y de hacerse consciente de los errores. La persona que no tenga una mínima capacidad de autocrítica será una persona rígida, autoritaria y, a la larga, infeliz porque sentirá que “todo se pone en su contra”.

La crítica es, pues, necesaria y útil, pero una cosa es utilizar esta función natural de la que disponemos para aprender, y otra muy distinta es la llamada crítica patológica. Ambas se basan en lo mismo, la persona se critica para algo: para aprender, para no volver a hacer algo, para evitar siempre algo que, en última instancia, pretende ser beneficioso para uno mismo.

La autocrítica es como una voz interior que siempre va con la persona y no la abandona en ningún momento. Suele juzgar, culpar, hallar en casi todo lo que se haga un error imperdonable y también suele comparar a la persona con las demás, siempre en términos negativos.
El sentimiento que suele acompañar a este tipo de crítica es la culpa o la depresión

Qué pasaría si en cada uno de los días que transcurren, nos hiciéramos una autocritica, es decir nos juzgáramos con rigurosa justicia, es decir, hoy no pudiste llevar a cabo todas tus tareas, deberías de juzgarte y decir, porque no lograste tus objetivos, sin excusas ni pretextos, sinceramente analizar las causas que te impidieron llevar a cabo tal o tal tarea, si se te salió alguna ofensa a alguien igualmente analizar qué es lo que te llevó a hacerlo, y así con esos aspectos que de alguna forma requieren de un análisis y una corrección.

Debemos conocernos a nosotros mismos, autoevaluarnos, autocriticarnos y saber cuales son nuestros defectos para poder hacerles frente y modificarlos. Con la ayuda del tiempo y la persistencia, podemos superarlo, para modelar nuestro interior y sentirnos mejores personas.

En esas cosas cotidianas de la vida hay aspectos que corregir, pero debemos de hacer un examen de conciencia a fondo, sin excusas, un juicio tal cual, anotando corrigiendo todas aquellas cosas que deben de ser corregidas, mediante estos juicios aplicados a nuestra persona, tal vez estemos un poco más preparados para ser felices.

Fernando Latouche
ferlatouche@hotmail.com
Escritor, Conferencista, autor del libro Retomando Nuestra Esencia

5 de Septiembre 2010
Para La pagina de Angel Gomez Soto

No hay comentarios: