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jueves, 6 de marzo de 2014

Que Pensaran ? (Inseguridad,Desabastecimiento,Inflacion)

Mundo

La Venezuela de Maduro: violencia desbocada y hundimiento económico

 


David Martínez

miércoles, 05/03/14 - 10:46

    Un año después de la muerte de Chávez, la inflación se ha disparado y el crecimiento económico se ha estancado.
    2013 fue el año con más homicidios por violencia criminal en el país desde que el chavismo llegó al poder en 1999.

Las protestas de la oposición han marcado el primer año de Maduro en el poder.
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    Nicolás Maduro
    Venezuela

Un año después de la muerte de Hugo Chávez, se hace difícil encontrar un indicador económico del país que haya mejorado o dé muestras de no hundirse. Venezuela es hoy el país con la inflación más alta del mundo (56%) y el crecimiento económico, que ya se estancó en 2013 al ser de solo el 1%, podría acabar este año en negativo. Y ello pese al boom económico que vive el continente y que está haciendo despegar a la gran mayoría de potencias de alrededor.


La inflación causa estragos entre la población al mermar constantemente el poder adquisitivo y ya es 41 veces más alta que la media de los países industrializados. Entre los alimentos, el índice se dispara al 80%. En enero de este año, de nuevo la variación intermestral se disparó al 3,3%.

Además de la galopante inseguridad ciudadana y de la inestabilidad política que asuela el país con las revueltas opositoras y la represión del régimen, la cruda realidad de los termómetros económicos no hace más que empeorar. Así, los datos de la Cámara Venezolana Automotriz indican que el ensamblaje de vehículos se ha desplomado un 84% de enero de 2013 a enero de 2014 y aún es peor el escenario que dibuja el índice de escasez, que mide la falta de recursos básicos de la población. Hace un mes dicho indicador se situaba en el 28%, la cifra más alta desde que hay datos.

La Ley Orgánica de Precios Justos, aprobada en noviembre por el Gobierno de Maduro, limitó los márgenes de ganancia al 30% y ha llevado al empresariado a mermar las importaciones, con las consecuencias negativas que eso tiene en un país de producción propia tan baja como el venezolano.

El intervencionismo económico tuvo su reflejo también en la aprobación de la ley por la que se creó el Centro y la Corporación nacionales de comercio exterior. Con esa norma, dijo el sucesor de Chávez, el estado se encargaría de importar “todo lo que Venezuela necesite”. En esta situación, se espera que antes de que acabe el año se produzca una nueva devaluación del bolívar, en medio de un mercado de divisas ya fuertemente controlado por el Gobierno y que hace imposible cambiar la moneda fuera de las fronteras venezolanas.

El déficit fiscal, igualmente, alcanza ya el 15%, siendo el más alto del planeta. Estas cifras contrastan con la del precio del petróleo venezolano, que en los últimos años ha crecido un 363%. Una subida que no se ha dejado notar a pie de calle.

Sí ha disminuido, en cambio, el índice de pobreza. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se sitúa en el 23,9%, siendo el país de la región que más lo reduce. Pese a la mejora, sigue todavía lejos de países como Brasil (18,6%), Costa Rica (17,8%), Uruguay (5,9%) o Argentina (4,3%). También se mantiene estable, por debajo del 6%, la tasa de desempleo. Muy lejos del techo que tocó en el peor momento del chavismo, en 2002, cuando rozó el 20%.
Un año marcado por las revueltas y la polarización del país


Venezuela es hoy un país completamente dividido. Los opositores, que perdieron las elecciones convocadas tras la muerte de Chávez por apenas un 1,5% de diferencia, han considerado intolerable el devenir del país, con Maduro otorgándose poderes especiales y la economía empeorando en todos sus índices. Así, desde hace ya semanas se echaron a la calle, en unas revueltas iniciadas por estudiantes universitarios y que han desencadenado numerosos incidentes, represión del Gobierno y decenas de víctimas mortales. Es el gran lunar del mandato de Maduro.

2013 fue el año en el que más homicidios se registraron desde 1999, año en que el chavismo llegó al poder, alcanzándose los 24.763. Además, es altísimo el índice de impunidad, con apenas 9 detenidos por cada centenar de asesinatos. Los datos son del propio Observatorio Venezolano de Violencia y casi triplican lo registrado hace diez años (9.719). En total, desde que Hugo Chávez llegó al poder, en las calles del país han sido asesinadas más de 200.000 personas. Unas cifras incrementadas recientemente por la ola de protestas.

Dichas revueltas están provocadas, según la doctora en derecho internacional público e investigadora del Centro de Información y Documentación Internacionales en Barcelona (CIDOB), Anna Ayuso, por la “tensión” desatada tras el ajustado resultado electoral, la mala marcha de la economía y el retroceso democrático. Además, Ayuso considera que Maduro “se equivoca al reprimir las protestas, empeorando la situación, aunque últimamente esté tratando de rectificar y buscar el diálogo” con la oposición. “La situación es límite, con un Gobierno atrapado, con cortes de electricidad en las ciudades, con escasez de productos básicos y con otra devaluación de la moneda en camino”, se lamenta, antes de asegurar que no cree que la situación vaya a cambiar a corto plazo.

La polarización del país es, para la investigadora, muy mala para todos y la prioridad del Gobierno es ahora aguantar hasta las elecciones parlamentarias de 2015. También la parte de la oposición que no apoya la violencia en la calle tiene puestas sus esperanzas en esa cita, para tratar de lograr un buen resultado y provocar una “crisis de legitimidad” en el Ejecutivo de Maduro que le reste “apoyos internacionales” y prepare el caldo de cultivo para un vuelco político por vías estrictamente legales. El presidente venezolano, prosigue Ayuso, “no se ha consolidado, es un reto que tiene pendiente y cuanto más tiempo pase más posibilidades tendrá de lograrlo”.

Más crítico con las revueltas y cercano al Gobierno venezolano se muestra Javier Couso, hermano del cámara fallecido durante la invasión de Iraq en 2003, José Couso, e integrante de la lista de IU para las elecciones europeas. Couso cree los opositores “se lo han puesto casi imposible a Maduro” al “no acatar los resultados de unas elecciones reconocidas internacionalmente” y tratar de ganar “con algaradas en la calle” lo que no lograron en las urnas.



El activista reconoce los problemas económicos que hay en Venezuela pero reclama “protestas legítimas” en vez de las “campañas violentísimas, que suenan a golpe de estado y a guerras de cuarta generación” que están teniendo lugar. En este sentido, Couso denuncia que “ha habido hasta disparos de francotiradores, que se están investigando y que es algo terrible” y considera que en los próximos meses puede haber “un recrudecimiento” de los enfrentamientos, ya que “una parte de la oposición busca el conflicto civil y el golpe de estado” y no cejará en su empeño.

Recopilado por AGS
Marzo 2014

domingo, 12 de enero de 2014

Asi como Progresa un Pais.?

Con este método, un ministro se cargó la economía de un país

11 enero 2014 - 20:36 - Autor:
 

 ¿Destituirían a este ministro del que les voy a hablar?

Ese ministro está en un país donde se corta periódicamente el suministro eléctrico, los coches tienen accidentes debido a la falta de mantenimiento de las autopistas, las empresas estatales producen menos, las empresas privadas son nacionalizadas especialmente en los sectores clave, los empresarios se quedan sin dinero para importar y el nivel de vida empeora de año en año.
Peor aún: en ese país, no hay papel higiénico en los supermercados, ni harina, ni leche. Ni muchos productos de primera necesidad. Y cada vez se produce menos internamente, y se importa más.
Pues el presidente de ese país no ha destituido a ese ministro irresponsable a pesar de que lleva en ese cargo desde 1999. Lo ha confirmado en su cargo como ministro de Planificación. ¿Quién es?

Les hablo de Jorge Giordani, ministro de Planificación de Venezuela. Es la persona que se ha cargado la economía venezolana atendiendo a su manual. ¿Qué manual? El de su ideología. La cual se resume en su frase: “El socialismo vive de la escasez”.
Nacido en 1940 en la República Dominicana, Giordani es hijo de un italiano de izquierdas que escapó de España pues era miembro de la Brigada Garibaldi, y de una hispano-venezolana. Giordani llegó a Venezuela con tres años. Cuando Chávez dio su intento de golpe de Estado en 1992, Giordani daba clases en la Universidad Central. En la cárcel, Chávez pidió conocerle porque la atraía su alternativa social presentada en la Universidad.  Chávez fue indultado y cuando ganó las elecciones en 1998 le nombró ministro de Poder Popular y Planificación.
En una entrevista concedida entonces a El Universal, Giordani no se definía como un hombre de izquierdas sino con preocupaciones sociales. En otra entrevista en 2009 ya dijo más claramente: “Este Gobierno tiene el reto de construir una sociedad socialista”. En la entrevista citaba a Marx, a la utopía y arremetía contra los empresarios golpistas, rentistas y especuladores.
En la construcción de ese socialismo, había que condenar a los rentistas y fomentar a los trabajadores. La idea era buena. Venezuela se había acostumbrado a vivir de la renta petrolera. Esa renta pagaba todo: un combustible casi gratis (0,2 centavos de dólar por litro de gasolina), y servía para regar de dinero el país entero.
“¿Por qué tenemos que importar arroz?”, había dicho. Sí. ¿Por qué? “¿Cómo se combate la inflación? Tenemos que producir más”, añadió sensatamente.
Pero la sensatez hay que ponerla en práctica.
Hoy, después de 14 años de Planificación, Venezuela es un país con una inmensa renta petrolera, pero económicamente desastroso: una inflación superior al 50%, escasez de productos básicos, un bolívar devaluado, con infraestructuras en mal estado, déficit de viviendas, con más funcionarios que España, aumento de déficit fiscal, endeudamiento descalabrado, y que vive cada día más del petróleo.
¿Cómo es posible que se haya planificado todo tan mal? ¿Puede un ministro de Planificación actuar de esa forma contra su pueblo?
Estos son sus hechos: Giordani es partidario del control de cambio por medio de decretos. Por esa razón, el bolívar se cambia a 6 unidades por dólar en el mercado oficial, y a más de 60 en el mercado negro. Giordani cerró muchas casas de bolsa por especuladoras y ahora nadie confía en ese país. También creó el sistema de precios fijos, lo cual, ha hecho desaparecer de las estanterías los productos más básicos.
¿Cómo es posible que un hombre gobierne contra su pueblo?
Las claves las daba un militar que fue presidente de la compañía petrolera PDVSA. En una entrevista realizada en 2013, el general Guaicaipuro Lameda, afirmó que un día tuvo un encuentro con Giordani (hay testigos) en el cual, le recordó al ministro de que, la economía iba de mal en peor, y que había que planificar mejor.
“Mire, general”, -dijo Giordani, “usted todavía no ha comprendido la revolución. Se lo explico: esta revolución se propone hacer un cambio cultural en el país, cambiarle a la gente la forma de pensar y de vivir, y esos cambios sólo se pueden hacer desde el poder. Así que lo primero es mantenerse en el poder para hacer el cambio. El piso político nos lo da la gente pobre: ellos son los que votan por nosotros, por eso el discurso de la defensa de los pobres. Así que, los pobres tendrán que seguir siendo pobres, los necesitamos así hasta que logremos hacer la transformación cultural. Luego podremos hablar de economía de generación y de distribución de riqueza. Entretanto, hay que mantenerlos pobres y con esperanza”.
Entretanto, la revista chilena América Economía le calificó como el peor ministro de Economía de Latinoamérica.
En la última remodelación del gobierno de hace pocos días, Maduro confirmó a Giordani.
Recopilado en Internet de la Informacion.es
Recopilado por AGS